las bragas por la ventana

Secuencia de los hechos:

FOTO 1: ¿Qué ven mis ojos? ¿ésas son las bragas que misteriosamente han desaparecido hace un momento?

FOTO 2: Efectivamente, lo son.

FOTO 3: Mujerdemivida recogiéndolas en plan "disimulo y aquí no ha pasado nada".

Es lo que tiene compartir vida con la doble de Mónica Geller, que se pone a sacudir alfombras y limpiar como una posesa y acaban volando unas bragas. Y estamos como para tirar nada.

PD: Claro que peor fue aquella vez que se me cayó un sujetador al tendedor de la del 5º y al cabo de dos días, vino la susodicha a pedirme disculpas porque se había encontrado con la prenda en el cajón de sus gemelos adolescentes de cara repleta de granos pajeros. O aquella otra que por llevar unos pantalones veraniegos excesivamente anchos (sí, entonces se llevaban),unas bragas pelín viejas y ensanchadas (sí, me daba pena tirarlas) y llegar tarde a currar, mi salvaslip post-regla acabó en la puerta principal de un conocidísimo centro comercial de Zaragoza.

apenas un momento

me cuelo hoy en el blog apenas un momento, desnuda y aún con su olor en mi cuerpo... y de fondo suena ésta vieja y bonita canción

re-socializando

Había olvidado totalmente las sensaciones que se tienen al regresar a la sociedad.

Cuando llevas tantos meses en el paro, haciendo una vida totalmente diferente a la que tenías, marcándote tú los horarios, intentando llevar un orden a veces difícil, creándote unas obligaciones de estudio, labores domésticas, ejercicio... llega un momento que olvidas lo que significan las prisas matutinas, decidir qué ropa te vas a poner, colgarte un reloj en la muñeca, preparar tu bolso y salir por la puerta con una agradable sensación de nervios, sueño y prisa.

Había olvidado también la sensación de espera en la parada del bus, la tensión si tarda, las mochilas de los estudiantes, las prisas de las madres/padres, la cara de cansancio del/la currela...

Pero sobre todo no recordaba la sensación de pertenecer a una sociedad a la que aportas algo. Porque lo más triste de estar en el paro es esa auto-exclusión que te inflinges. O esa auto-exclusión a la que te empujan.

No se cuántos días me quedan porque estoy cubriendo una baja de duración misteriosa, pero sí se que va a ser un subidón de ánimo que me va a ayudar a seguir soportando las obscenas cifras de parados, el desánimo generalizado, lo azuloscurocasinegro del futuro y esta mierda de clase política que, además de desgobernarnos, no hace más que tocarnos las narices y los ovarios con canalladas del tipo "hay que aceptar un trabajo aunque sea en Laponia" o peor aún si cabe la de que "los parados, milagrosamente, encuentran trabajo un mes antes de agotar la prestación".


Políticos, banqueros, empresarios, policía... ¿hasta cuándo los vamos a aguantar?

arrivederci roma, ciao lavoro

Creo que debería empezar este post diciendo una vez más cuánto la quiero. Y es tanto que no conozco sistema de medida alguno para cuantificarlo, a no ser el mío propio, el que marca mi corazón, éste que ya alguna vez se enamoró.

Debería seguir diciendo el día tan "majico" que nos regalamos ayer con esa decisión repentina de ir las dos a empadronarnos, sin testigos pero con un posterior vino con pintxo que hizo las veces de "banquete de empadronadas", una "noche de empadronadas" como dios manda y el colofón lo ponía el "viaje de empadronadas" que teníamos previsto a Roma para este sábado.

Y debería terminar hablando de la Ley de Murphy, esa ley que esta mañana, de repente, nos ha dejado sin viaje pero nos ha entregado una pequeña oportunidad de trabajo para mí. Muy pequeña, eso sí, una sustitución de apenas unos días, pero tengo la ilusión de que sea el comienzo de ese camino que decidimos un día empezar a recorrer las dos. Dada mi jodida situación no-laboral de los últimos meses, la pérdida de billetes y de fianza del apartamento en el Trastevere suenan más que nunca a "regalo de empadronadas".

Me lo ha dicho una amiga, "Roma es eterna".
Y yo he pensado, "mira, como el amor que siento por ella".
Te debo un viaje, mujerdemivida, entre otras muchas cosas...

San Valentín

No. No lo he celebrado nunca. Ummm, a decir verdad, hace muuuuuchos, muchos años, tantos que yo era heterosexual, recuerdo una cena en plan parejas con el que entonces era mi novio y dos amigos. Un auténtico desastre en el plano romántico, pero todo un éxito en el plano juerga, porque al final no sabíamos si celebrábamos San Valentín, año nuevo o las fiestas de septiembre. Es lo que tiene tener 18 años y no estar enamorada.

Ésa fue pues la única vez que tuve una pseudo celebración de San Valentín.

Y hoy seguiré con mi firme tradición de no celebrarlo: ni tarjetas, ni bombones, ni flores, ni cena romántica, ni regalos, ni peli TITANIC (no, no la he visto nunca, y no pienso verla, es ya cabezonería, lo se, pero soy aragonesa). Pero eso sí, dentro de un rato voy a tener el momento más romántico que podría imaginar para un día de San Valentín, y es que la mujerdemivida va a pasar a recogerme a mediodía y nos vamos a empadronar por fin juntas en la misma ciudad y el mismo domicilio. Estoy que no quepo en mí de la ilusión. Y de verdad que estoy pensando en ponerme la pamela...


Feliz día y felices achuchones!!

ACTUALIZADO

mujerdemivida: ¿quieres empadronarte conmigo?
bekiddo: sí, quiero

sólo faltaba que el amable funcionario que nos ha atendido hubiera concluído con un "pueden besarse las empadronadas"

buscando en el baúl...

No tengo ni idea de dónde me viene esta afición a la fotografía... A ver, cuando digo afición debería explicarme mejor: me refiero a lo que me alucina ver una exposición de fotografía, o disfrutar de las fotos que la gente va colgando en los blogs, o de las mías propias... O de cómo flipé cuando ví aquel mercadillo en Berlín lleno de cámaras de todos los modelos y años posibles. O de cómo después de ver High Art durante unos años quise ser fotógrafa además de lesbiana. O de cómo sigo soñando con una réflex bonita, bonita y aprender a utilizarla...

Y digo que no se de dónde me viene porque prácticamente crecí sin ver una cámara en mi casa, y hasta bien mayor no tuve mi cámara propia. Vamos, que mis regalos de comunión fueron más bien del estilo "niño jesús con alfombrita y álbum nacarado".
Pero sí recuerdo las fotos de polaroid que hacían mis primos, y el misterio tan alucinante que me parecía el que agitando un trozo de plástico saliera una imagen.



En la era de las aplicaciones fotográficas para smartphones y del retoque digital también convive el regusto por lo de antaño, y además de poder darles un toque vintage a nuestras fotos digitales, ha habido un revival en los últimos años de las polaroid y las camas lomográficas, y no hay tienda pop y moderna que se precie que no las tenga en sus vitrinas.

Buscando en el baúl de los recuerdos, la mujerdemivida encontró este modelo de polaroid del 96. A la espera de encontrar una película adecuada, de momento hemos decidido hacerle un hueco decorativo en nuestra estantería. Y de verdad que no me canso de mirarlas, ni a ella ni a la cámara.

este momento

{este momento} - un ritual de Viernes. Una sola foto - sin palabras - la captura de un momento de la semana. Un simple momento especial, extraordinario. Un momento para hacer una pausa, disfrutar y recordar. (Inspirado por Soulemama)

{this moment} - A Friday ritual. A single photo - no words - capturing a moment from the week. A simple, special, extraordinary moment. A moment I want to pause, savor and remember. (Inspired by Soulemama)

Rincón VI: CAFÉ ROCH

Aquella mañana de hace tres años recuerdo despertarnos casi como hoy, lamujerdemivida gritando "nievaaa!" y yo saltando de la cama como un resorte. Salimos a la calle a tirarnos fotos, bolas, hacer la croqueta y subir "a lo viejo" mientras los copos no dejaban de caer. Era nuestra primera nevada juntas. Yo era una recién llegada a su vida y al norte. Para lo primero creo que me había estado preparando toda la vida. Para lo segundo no, así que cuando mis calcetines no soportaban más líquidos, entramos a una tienda a comprarme un par.

Y de allí al Café Roch. Fue un amor a primera vista. Por su fachada verde titanlux, por sus mesitas altas, por sus cristales y visillos, por ese regusto a rancio que respiran todos sus pequeños rincones, por su historia, por sus pintxos increíbles de pimiento, por su cálida y acogedora media luz... Y porque aquella mañana de sábado, leyendo el periódico a cuatro manos enrojecidas por la nieve, permanecerá para siempre en ese rincón de mi memoria que guardo para los momentos especiales. Porque para los lugares especiales, ya está este blog.

Nos vemos en el Roch. Y si puede ser nevando como entonces y como hoy, mejor.

(este momento)

{este momento} - un ritual de Viernes. Una sola foto - sin palabras - la captura de un momento de la semana. Un simple momento especial, extraordinario. Un momento para hacer una pausa, disfrutar y recordar. (Inspirado por Soulemama)

{this moment} - A Friday ritual. A single photo - no words - capturing a moment from the week. A simple, special, extraordinary moment. A moment I want to pause, savor and remember. (Inspired by Soulemama)

Ea

Me pasa en el Corte Inglés. Las escasísimas veces que voy me aturullo, empiezo a sudar (en invierno) a helarme de frío (en verano), a ver ropa y más ropa, y marcas, y palabras y sonidos flotando en el ambiente desde la megafonía hasta los carteles... hasta que me voy de allí con las manos vacías.

Me pasa también en los Carrefour, Leclerc y demás hipermegasupermercados. Intento ir muy poco porque esa cantidad de estanterias, productos 3x2, pasillos, colores, formatos, diseños y demás provocan en mí un ligero dolor de cabeza "deleveamoderado". Además de que la lista que previamente he hecho en casa de 15-20 productos acaba convirtiéndose en una oda al consumismo.

Me pasa con la música cuando he descargado tanta que no se por dónde empezar. Y con el cine, cuando no se qué peli elegir porque por hache o por be me apetece ver 5 o 6. Sí, lo sé, ocurre pocas veces, pero a veces ocurre, jo!

Y por supuesto me pasa con el blog. Porque hay dias en los que mi mente está en un estado absoluto de tabula rasa. Pero otros en los que quiero hablar de esa gran cortina de humo que es la previsión del tiempo y las olas siberianas. De cómo los derechos de la mujer retroceden al año 85 por la reforma de la ley del aborto. (Por cierto, la RAE dice que "reforma" es aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o reforma de algo. Gracioso, ¿no?). O de cómo asistimos año tras año, legislatura tras legislatura a la degradación de lo que debería ser nuestro tesoro más valioso, LA EDUCACIÓN. Y además también quiero hablar de que por qué ningún hijodeputa de ésos que se reúnen y se dan apretones de manos y se colocan para la foto, habla de propuestas para generar empleo. Y por qué el fútbol provoca tanto odio e incluso la muerte. Y por qué en Valencia siguen votando al PP. Y por qué TODO.

Y además de ésto también quiero hablaros de mi sobrino, de mi amiga la Isa Minelli, de la Marimorena, y quiero hacer entradas románticas, y otras nostálgicas, y quiero recomendaros pelis, y comentar sobre mis rincones favoritos, y colgar música...

Y quiero tanto, tanto y tengo tantas ideas bulliendo en mi cabeza, que al final o no escribo durante unos días o me sale un post tal que así. Ea.