La parte fácil es la de enamorarte, la de pasar horas embobada, hacer planes, vivir cada minuto exprimiéndolo, comerte el mundo y a tu pareja a bocados, estrujarla, hacer el bobo, volverla a estrujar, volver a hacer el bobo... Hasta ahí, todo correcto, al menos para las que hemos tenido la suerte de enamorarnos alguna vez en la vida (todos y todas deberíamos disfrutar de este estado al menos una vez en la vida).
La parte difícil, como para los artistas, como para los deportistas de élite... es la de mantenerse, aceptar que aquello fue el pico inicial lógico que a veces da paso a un mantenerse en una situación privilegiada desde donde las vistas son alucinantes, y que otras veces da paso a un descenso suave, vertiginoso e incluso en caída libre.
BLUE VALENTINE es una película incómoda estés en el momento que estés de tu relación. A pesar de su estética indie que a tantos molesta y chirría, de los geniales Ryan Gosling y Michelle Williams y de una banda sonora preciosa a cargo de Grizzly Bear, es una película que molesta y desasosiega, quizá por la sencillez con la que transmite esa realidad de la que nadie estamos a salvo, quizá porque refleja algunos de nuestros miedos.
Yo soy de estas últimas, de las de los miedos. Puede ser porque ya lo haya vivido y no quiera volver a sufrirlo. O puede ser porque estoy muy bien donde estoy, en el pico al que escalé hace más de cuatro años y desde donde disfruto de un paisaje y un horizonte limpio de niebla. Sea lo que sea, salí tocada del cine. Tres días después, mientras caminábamos hacia ninguna parte en una soleada mañana de domingo, con ritmo ligero y con el silencio como compañero, ella, la mujerdemivida, decidió hacer caso a los sabios, a aquellos que dicen que no rompas el silencio si no vas a incrementar su belleza, y con sólo una frase, una única frase, borró de mi mente fantasmas y miedos.
Pero es una parte inevitable de todo estado amoroso. Estamos hechos así, con esas comeduras de coco. Los miedos son nuestros. Es inevitable. (Este comentario mío es como romper el silencio diciendo una gilipollez)
ResponderEliminarY me dejas así????
ResponderEliminar:-)
Lamarimorena
En cualquier caso, tú haz por mantenerte en ese pico cada día un poco mejor: cuídalo, no quieras asomarte a la cortada, instálate y pon flores en la mesita del mirador...
ResponderEliminarMe gustó Blue Valentine y me dejó esa sensación de desasosiego que comentas...una cierta fragilidad...
ResponderEliminarCada día estoy más convencida de que la comunicación juega un papel fundamental...así que no debe ser tan malo romper los silencios...
:-)