Sumergir despacio el cuerpo, lentamente, dejando que el agua caliente provoque que la piel se inquiete mientras se adapta a la nueva temperatura, primero las piernas, luego las caderas, el vientre, los brazos, el pecho y por último hundir la cabeza, y quedarte quieta, muy quieta, escuchando las ondas del agua, como si fueran las del mar, ésas que nos relajan tanto.
Hundir la cabeza y escapar de este puto ruido que todo lo inunda.
Hundir la cabeza, contener la respiración y esperar ése momento en el que la música vuelva a sonar en nuestras cabeza.
Demasiado ruido este 2014.....pero la música volverá a sonar, claro q si.
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Ana
Ese puto ruido no podrá con la música, tarde o temprano volverá a sonar. Y bailaremos sin ritmo, o le haremos un taconeao y un corte de mangas a todo lo feo. Que se joda el ruido!
ResponderEliminarlamarimorena
¡Adelante! La música tiene que sonar. Vamos a cambiar el no por armonía, sintonía...
ResponderEliminarEl agua tiene ese silencio que te conecta con el sonido interno así que sólo es cuestión de paciencia el que empiece a sonar de nuevo la música y podais oirla. Ánimo!
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