tira más una monitora que dos carretas (definitivamente no rima)

Todo iba bien hasta que ha llegado ELLA.

Me explico: esta tarde era una tarde más de gimnasio para lamujerdemivida y yo. Estaban todos los ingredientes conocidos de sobra por todas/os las/los que vayáis habitualmente a un gimnasio. A saber: música máxima fm, calor insoportable debido a la piscina y el spa del piso inferior, y fauna variada del tipo "me pongo unas maripis y luego unas medias de vestir y encima unas mallas ciclistas, me pinto los labios y allá que voy" o también del tipo "mujeres-hombres y biceps-tersa de ésos que van mirándose por todos los espejos, cristales y reflejos de botellas".

Y luego estábamos nosotras, celebrando nuestras dos semanas sin fumar a golpe de pedal, máquinas y demás potros de la tortura, y siguiendo rigurosamente nuestro circuito quitamichelines. Cuando de repente noto que alguien me toca el hombro, me giro y allí estaba ELLA, como envuelta en un halo de luminosidad, chispitas y rótulos de neón, como recién salida del mejor de los anuncios de nike, como recién llegada del país de las monitoras deportivas... Y me pregunta: "¿os apetece hacer el circuito gjfkdsuiejf line?". A lo que yo, atontada por la imagen y casi sin tiempo para reaccionar e intentando que en mi frente no se lea todo lo que pienso, contesto "sí, sí, claro, allá que vamos, ¡¡mujerdemivida!! ¿nos apuntamos, no?".

Y sí, todo iba bien hasta que apareció ELLA. Y la saludable tarde de gimnasio habitual en nuestra rutina semanal se convirtió en: 30 minutos frenéticos de música, gritos y silbidos, alternando cada minuto unas máquinas hidráulicas (culpables de que nos duelan todos los músculos del cuerpo en estos mismos momentos) con unas tablas de step en las que personas como nosotras, sin ritmo y que, probablemente, jamás pasaron un minuto intentando emular a Eva Nasarre, lo tienen verdaderamente jodido para mantener el ritmo.

Jo.
Pero es que estaba taaaaaaaan buenaaa...