martes, 13 de noviembre de 2012

me indigna

- oir a mi alrededor que las huelgas no llevan a nada, ni las manifestaciones, ni las recogidas de firmas... Ah, perdón, que lo que sí que lleva a algo es la protesta en el bar ¿no?
- saber que tú, y que tú y que probablemente tú, que no estáis viviendo situaciones económicas desesperadas, no vayáis a secundar la huelga porque os duele el bolsillo.  Cuidado, mañana os puede doler más, y pasado aún más...
- que vosotros, los "grandes" partidos (vuestra grandeza, para mí, se reduce al número de votos, no a vuestros logros) no os dignéis a asumir públicamente que os habéis equivocado, y que si estos días os sentáis a negociar para que la razón se imponga sobre la sinrazón, no es un triunfo vuestro, sino de todos/as los/as que hemos participado de alguna forma en protestas, firmas y huelgas.  Cuando el pueblo se une demuestra que sí se puede.
- que todavía haya gente que piense que no hay razones para paralizar el país, y hacernos oír dentro, pero también fuera.  ¿Qué más necesitamos?
- vosotros y vosotras, sinvergüenzas, que sois incapaces de renunciar a vuestras posiciones de poder y estabilidad y asumir responsabilidades, y dimitir y pedir perdón.

Por todo ésto y por muchísimo más, mañana yo voy.  Y hago huelga de todo menos de besos.

5 comentarios:

  1. Ahí estaremos con vosotras, ¡sumando! por todo eso y por mucho más...

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  2. No hay conciencia de clase. A la clase media (Todos nosotros, que somos "media" porque somos un quiero y no puedo..vivir como los potetados)nos dejaron sin conciencia de clase hace años. Nos han despojado de la solidaridad para educarnos en la individualidad. Ya nadie se une como pasaba antes y se han dedicado a adoctrinarnos en lo inútiles y ladrones que son políticos y sindicatos para tenernos amaestrados y quietos con la cadena corta. O nos concienciamos o acabaremos mal.

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  3. Totalmente de acuerdo, lo de la solidaridad queda para las navidades, los programas especiales y momentos concretos de catástrofes... Y qué impotencia cuando te sientes tan poco libre, e incluso te asusta pensar que tus ideas estén también manipuladas. Difícil ¿no?. Añado también a tu reflexión la pena que me da que no sepamos pasar por encima de partidos, ideas, fronteras, clases, grupos y grupúsculos para ir todos y todas a una. No se si como en Fuenteovejuna, pero al menos sabiendo QUÉ no queremos. Ayer, aquí, eché un poco de menos eso.

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