(A una amiga)
Voy del bloqueo mental inicial al asombro, de la tensa espera a la desagradable sorpresa, de la tristeza a la rabia y de la rabia otra vez a la tristeza, y mientras, intento que todo este ruido no me impida escuchar que la próxima estación es la esperanza.
Putas malas noticias. Desde hace un tiempo pienso que maldita la gracia la de crecer y ser consciente de lo efímero que es todo, de lo insignificantes que somos, y de que no merece la pena perder ni un miserable instante en quejarnos.
Tengo todavía el estómago retorcido con mil nudos que me suben hasta la garganta. Pero en mi cabeza sólo cabe tu sonrisa abierta, enorme y franca y la certeza de que vas a superar este mal sueño. No puede ser de otra manera. Me niego.
Parece que este final de año no nos es propicio (por decirlo de una forma amable) a muchas...
ResponderEliminarCrecer, vivir, lo efímero... Ojalá pudiese compartir el secreto que convierta la insignificancia en próxima estación y los malos sueños, en eso, en malos sueños con despertares compartidos.
Un abrazo
ResponderEliminarPor si te sirve de consuelo: yo también me niego ¡¡¡¡ y ahora mismo le pongo una vela a la Virgen del Rocío, que la tengo aquí, al ladito de mi ordenador.
Soy andaluza, pero me hago gallega: no creo en las meigas, pero haberlas, haylas. (Esto es para las/los que se rían de mi vela, ea)
Un abrazo de calma
ResponderEliminarnunca hay que abandonar la esperanza aunque yo soy del " yo no me rindo" y siempre lucho para hacer que las cosas vayan bien.
ResponderEliminarPodrías habérmelo escrito a mí y ojalá que por haberlo leído, me sirva a mí también. Gracias.
ResponderEliminarNo suelo comentarte pero paso por aquí a leerte de vez en cuando y hoy me ha sorprendido descubrir que el primer párrafo de este post y el primer párrafo de un post mío de hace unos días es casi idéntico. Se ve que tendemos a reaccionar de maneras muy parecidas ante determinadas situaciones.
ResponderEliminarComo dice la pedacito de pan Laquetecuén, este tramo final del año nos está dejando destrozadas a muchas. Ojalá que en tu caso llegues a esa estación...esperanza.