aquellos maravillosos alimentos

por 25 pesetas (y tomando la idea de esta entrada del blog El Comidista de El Pais en la que le hace una "entrevista" a la tarta de whisky):

ALIMENTOS ALGO PASADOS DE MODA PERO QUE SUPUSIERON UN HITO EN LA GASTRONOMÍA DE NUESTROS DIAS

un, dos, tres respondan otra vez

1:LA TARTA DE WHISKY, la reina de los domingos de verano en el chalet de mi tio, aunque a mi me parecía de lo más asqueroso. Quién me iba a decir a mí que en unos añitos el whisky con naranja o con seven up iban a formar parte de mis borracheras adolescentes.

2: LA COMTESSA: bueno, bueno, bueno... vino a sustituir y por la puerta grande a la tarta de whisky. En mi pueblo no había boda que se preciara que no la incluyera en su menú.

3: LOS MUSLITOS DE CANGREJO, LOS PALITOS DE CANGREJO, EL PETRÓLEO DE CANGREJO: el colmo de la sofisticación, "marisco" para mis primeras nocheviejas sin padres. También plato estrella de algunos menús de boda en el apartado "entremeses".

4: EL HELADO DE CORTE: es decir, la barra de helado de toda la vida con sus galletas rancias. El corte me costaba 25 pesetas en el KIOSCO, bar típico de mi pueblo en el que convivían en 6 metros cuadrados morro, careta, oreja de cerdo y demás delicatessen, con una máquina tragaperras, la freidora y varios lugareños.

5:EL BAILEYS: mira por donde, éste ha resistido las modas y se sigue pidiendo, pero hubo un momento en que era bebida propia de grupo de facebook SEÑORAS QUE SE EMPIPAN CON UN CHORRITO DE BAILEYS. Los adolescentes lo teníamos vetado por aquella leyenda urbana que decía que si lo mezclabas se te hacía un boluncho en el estómago que la palmabas. Yo sigo vivita y coleando.

Os invito a añadir algún alimento más, así como a leer el artículo de El Comidista. Después de reirme un rato, porque me parece bastante ingenioso, mi reflexión es ésta: sí, puede que estén pasados de moda, que sean casposos, cañí o como quieran llamarlos, pero lo que no se puede negar es que son auténticos y que saben realmente bien, y que no te cobraban un dineral por llamar a las cosas con nombres llenos de poesía, una tarta al whisky era una tarta al whisky y no unas "esponjosas capas de variedades de bizcochos a los aromas de la vainilla, la yema y la nata con reducción de whisky escocés de allá de las highlands".

Hartica estoy del vinagre de módena y del foie hasta en el postre.