Sabía que era cuestión de fe. Que esa persona estaba ahí, viviendo en el mismo planeta que yo. Quizá hasta en el mismo país. Incluso pudiera ser que ya la hubiera conocido y el destino, caprichoso y juguetón, hubiera decidido que ése no era el momento.
Era cuestión de fe creer que sí que existía, que no era un producto de mi imaginación, que una misma persona podía despertar en mí pasión, enamoramiento, deseo y admiración...y que esos mismos sentimientos los despertara yo en ella.
Era cuestión de fe que podíamos compartir mi música con la suya, mis conciertos con sus películas, libros con exposiciones, las cervezas con los pintxos, los vinos con el queso, sus amigos con los mios y las salidas al monte con las escapadas urbanas.
Y era cuestión de fe saber que HOPPER finalmente vendría a nosotras... Desde hoy, y hasta septiembre, en el Thyssen. Desde hace un tiempo, y a través de sus ojos, en mi lista de favoritos. El MoMa tendrá que esperar...
descubrí a hopper con catorce o quince años.. y me fascinó. aún lo hace. es una maravilla.. no tengo muy claro por qué, pero sé con certeza que es una maravilla.
ResponderEliminartendremos que ir! ;)
me pasa con la música, con la literatura, con la fotografía, con la pintura... no tengo muy claro por qué pero se que hay obras que son una maravilla. No envidio a la gente que sabe explicar teóricamente por qué. Me fío más de la gente a la que le llegan las cosas.
ResponderEliminarYa estamos planeando ir en un par de findes...
:)
Oye un momento, un momento, ponerse de acuerdo la gente del norte y del sur con las que estamos en medio y nos vemos, no?
ResponderEliminarBueno, que yo estaré por Madrid, no digo ná!
jajajaja, hormiga! que ya sabes que nosotras avisamos. Otra cosa es que coincidamos...
ResponderEliminaryo en dos findes imposible.. :(
ResponderEliminarufffff, me muero por verlo!!!
ResponderEliminarYa sabes que la fe mueve montañas.
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