era uno de los sitios de los que me hablaba lamujerdemivida en aquellas largas conversaciones telefónicas en las que cualquier cosa que me contara para mí estaba llena de poesía
la primera vez que me llevó, antes de venirme a vivir aquí, era una mañana de domingo de primavera, había sol y terraza y acompañamos un bitter con unas olivas y un crucigrama a cuatro manos y dos cabezas
hoy hemos madrugado y después de formar el batallón de limpieza y dejar el piso como los chorros del oro, hemos cogido nuestras bicis y allá que nos hemos plantado. Y el café, el periódico y la música de los Kings of Convenience me han parecido igual de cargados de poesía que cuando, desde el otro lado del teléfono, ella me hablaba de "aquella pajarerita a la que algún día te llevaré"...
buen sitio, tiene su encanto
ResponderEliminarTengo una visita pendiente por esta ciudad. Me apunto lo del café romántico ;-)
ResponderEliminarItxaro, supongo que tú ya lo conoces, no? aquí me tienes descubriendo rincones, un saludo
ResponderEliminarMaría, igual es que estoy muy moñosa y a todo le veo el puntito, jeje, pero sí, como dice itxaro, tiene su encanto.
¡¡es precioso!! ¿y as bicis amarillas de la foto son las vuestras? ¡qué romántico! (el lugar y lo que cuentas)
ResponderEliminarvenía preocupada a decirte que no hicieras más rincones de zgz (de momento) pero veo que ya le estás cogiendo el aire a pamplona!!
ay faralita, ya venía yo pensándolo hace tiempo, pamplona merecía ya sus rincones. La bici amarilla es la mia, tiene como 15 años o más, la de N. es la negra. Invitadas estáis a tomar café allí cuando queráis, ya lo sabéis. Un besico.
ResponderEliminarAis, siempre me encanta lo que escribes. Q bonitoooo!
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