martes, 11 de enero de 2011

de leyes y alterne

Un auténtico alterne es lo que han sido estos primeros dias en mi pueblo desde que entró en vigor la nueva ley del tabaco. Alterne entendido como hacer vida social, porque atención a la séptima acepción que me encuentro en la RAE:

7. intr. Dicho de una mujer: En ciertas salas de fiestas, bares y lugares semejantes, tratar con los clientes, para estimularles a hacer gasto en su compañía, del cual obtienen generalmente porcentaje.

Vaaaale, que sí, que en un pueblo es fácil, que nos conocemos todos, pero también es cierto que no dejan de sorprender los 5 minutos de animada charla que mantienes con fulanito, con el que habías cruzado cientos de miradas pero jamás una palabra, o con menganita, aquella que te parecía tan estirada y mire usted qué campechana.

El ambiente ha estado en la calle, hasta tal punto que algún colega no fumador ya estaba pensando en empezar a fumar para disfrutar de estos ratos de jolgorio y camaradería. He tenido dos cenas y tengo que hacer un esfuerzo para recordar en qué momento estuvimos todos a la vez sentados a la mesa, imagino que sería cuando teníamos la boca llena y no había sitio para el pitillo.

Los mismos pros y los mismos contras pero en distintas bocas, el temita ya cansa, la verdad. Aunque siempre hay algún ingenioso que ameniza el rato con afirmaciones tales como "joer, cualquiera se pone a abrir ahora los balcones para ventilar la casa, si te va a entrar una humareda de la calle..." o los padres a sus hijos adolescentes "¿qué hacías en la calle? ¿fumar, verdad? ¡tira pa'dentro del bar ahora mismo!". Y más.

Yo que queréis que os diga, he sido fumadora muchos años, ahora soy fumadora social, o lo era, porque desde el dia 6 me he hecho un regalo de reyes para mi salud y estoy intentando dejarlo por completo. Debatir aquí y ahora sobre esta ley sería bastante aburrido. Quizá sea demasiado restrictiva, incoherente en algunos de sus puntos e incluso hipócrita dado el buen puñao de euros que el gobierno se levanta a costa de los fumadores (aunque el coste de las enfermedades derivadas del tabaco también es elevadísimo). Pero ya voy conociendo cada vez más fumadores que sólo encuentran beneficios a esta ley . ¡Ay! bendita salud, bendito respeto a los que sí y a los que no. Qué gustico que la ropa huela bien, qué gustico poder entrar con niños.... ¿O no?

PD: También en su día nos echamos las manos a la cabeza porque no se podía fumar en autobuses, aviones, etc... y ahora TODOS nos echamos esas mismas manos pensando en cómo podíamos fumar en aquellos mismos sitios. Que no es para tanto, ¡coño!

2 comentarios:

  1. en mi ciudad, Rosario en Argentina, hace años que tenemos vigente la ley. Al principio eran todas quejas. Al día de hoy , conozco mucha gente que dejó de fumar debido a lo incómodo de la ley y es un verdadero placer poder comer o tomar algo sin que el ambiente huela a humo. Paciencia es lo que más se necesita para que la ley se cumpla.

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  2. no, no lo es, pero si parece que lo es, a lo mejor otros asuntos que si lo son, no lo parecen...
    ;)

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