el tren de la bruja

...o más bien de la tia petarda que me tocó ayer en los asientos de al lado que no paro en tooooodo el viaje de hablar por teléfono con todos sus amigos y familiares. Todo comienza con la pérdida de un autobús, medio de locomoción muuucho menos romántico y literario que el tren pero que comparándolo con él, pues pa que nos vamos a engañar, es muchísimo más cómodo... Hala, pues a coger el regional. Es mediodía, la hora tonta en que morfeo se quiere sentar a tu lado, joderte la lectura y los oídos porque te quedas sopa con el mp4 encendido... Pero no, a morfeo también lo joden hoy:

- "tía, pues es que no paro, hoy he estado en logroño, mañana voy a roma, la semana pasada lisboa y barcelona bla bla bla"
- "...y nada, pues hemos tirado ya los tabiques y no veas el escándalo que hemos montao a las 8 de la mañana, vamos que cuando he visto que nadie llamaba a la policia he pensado Dios Existe".

¿¿¿¿????? Pero habrá que ser fjasñoigurihgrohagño!!!!! Todo esto con un tono de voz molesto que añadir a su conversación insulsa. Pero la cosa no es que hay que ir relajadito, mirando por la ventanilla la vida pasar, poniendo imágenes a la música que escuchas o disfrutando del silencio y del traqueteo???

(Qué mal me sientan los putos cambios de estación, hala, ya está aquí el otoño, peor aún, la no-estación en la que no sabes ni tienes ropa para ponerte, en la que todo el mundo está con planes de inicio de curso, en la que...aaaaaaaaarrrrrgh!!) A ver si Axel me quita esta mala ostia con la que le he dao la bienvenida al otoño, coño!