...y no es un anuncio de compresas

me relaja:
- el ruido de las hojas secas, de la lluvia, del mar, del fuego... ¿qué me intentan decir?
- ver cómo una gota de agua va recorriendo la ventanilla del coche o del tren, es muy metafórico, la gota va agrandándose, cogiendo de aquí y allá, aprendiendo... ¿adónde irá?
- masturbarme (así le doy un giro brusco al post, que luego me acusan de ñoña...)
- ponerme música y perderme por las calles y mirar a todas las personas con las que me voy cruzando, observar sus ropas, sus gestos, imaginar sus vidas...
- quitarme repelos
- dejar que S. me acaricie la espalda durante horas
- bajar a comprar a mercadona. Sí, imagino que alguién pensará que es raro, pero a mi me relaja, hago una lista que luego incumplo y me paro en todos los productos nuevos, no lo puedo ni quiero evitar.
- el ruido de la lavadora justo antes de dormirme la siesta
- mirar fijamente a alguien que esté realizando cualquier tarea que implique concentración y minuciosidad, me quedo empanadísima.

Y hoy, añado algo nuevo: volver a casa a la una de la madrugada, cruzarse con apenas 3 personas, 2 bicis y algún que otro coche, y escuchar sólamente el ruido de las ruedas de mi bici y mi respiración... La expo ha acabado y el otoño ha llegado.